Este libro reúne textos que entienden la literatura infantil y juvenil como una práctica mediada y social. Es un libro marcado por colaboraciones inter y transgeneracionales que escapan a las visiones estrechas y conservadoras sobre la infancia. Todos los textos incluidos en este volumen dan cuenta de discusiones que generan complejos debates, como por ejemplo aquellos sobre qué es lo infantil en la literatura para niños y niñas, cómo es que podemos definir de qué textos nos ocupamos y cómo es que hacemos crítica desde nuestras perspectivas adultas. De tal manera se transforma en un insumo más para abrir nuevos diálogos entre investigadores, mediadores de lectura y otros profesionales del campo de la literatura infantil y juvenil. Hay aquí una invitación a pensar fuera del marco de nuestras propias pertenencias culturales, históricas y disciplinares.
PP 292
Este libro se puede leer en dos capas: la primera cuenta la historia de los orígenes y de-sarrollo de las publicaciones de artista, con un foco en revistas editadas por escritores y artistas latinoamericanos durante la segunda mitad del siglo XX. La segunda, que será más bien un telón de fondo a lo largo del libro, contiene ciertas reflexiones trazadas bajo el gran marco de los estudios de la memoria cultural, en torno al legado documental e histórico que han significado las publicaciones de artista. Las revistas dan cuenta de una estructura o funcionamiento que abre su propio tiempo, develando así, desde el presente, un espíritu colectivo atemporal y latente. De tal manera, este libro aporta a la discusión y reflexión actual en torno a la memoria y a su representación en el arte, particularmente a partir de la idea de las revistas de artista como fuentes documentales para otras historiografías.
PP 220
En base a la hipótesis de que a partir de cierto momento histórico lo animal fue entendido como lo otro de lo humano, Vida animal se propone desdecirlo, y para ello despliega imágenes y relatos en los que lo animal y lo humano se pegotean hasta volverse indistinguibles. Se va tejiendo de este modo una “zoopoética” por la que se pasean cineastas, fotógrafos y escritores, pero también pensadores de diversas tradiciones y épocas, contradiciendo no solo las fronteras entre especies sino también entre diversas geografías, prácticas culturales y artísticas. Un libro erudito, preciso y necesario pero a la vez refrescante, que se lee como si miráramos una película y que, a medida que nos va llevando a pensar lo humano fuera de los límites del humanismo, va estirando también las posibilidades de lectura a las que nos lleva lo animal, para pasar a entenderlo como dispositivo estético. Lo animal se vuelve un espectro, un reflejo extrañado de nosotros mismos y, por lo tanto también, una apertura hacia otras formas de construir familia y comunidad en las que se pueda alojar ese trozo bestial que también nos pertenece.
Luz Horne
PP 184
2022
PP: 108
Tres partes componen este libro: la primera está conformada por la revisión de los textos en los que Foucault reflexiona sobre la cuestión de la crítica escritos entre 1978 y 1984; a partir de esta, en la segunda parte se analiza la relación entre crítica y comunidad, bajo la pregunta de cómo entender que la crítica sea un arte de desobediencia colectiva, al mismo tiempo que una manera de leer el «nosotros» que nos constituye; para finalmente problematizar con una mirada actual la ciencia del juicio, caracterizada como cultura de la cancelación, y oponerla al arte de la crítica entendido como una forma de leer el presente sin juicio. De este modo, este libro es una reflexión sobre la noción de crítica en la obra de Michel Foucault, al mismo tiempo que se constituye como una lectura del presente que invita a abandonar la certeza de las sentencias.
En los dibujos de Javier Rodríguez es perceptible una doble energía: por un lado, está la energía del dibujante, que viaja hasta el papel en el acto de dibujar y deja sus propias huellas, sus propios rastros. Pero a la vez, y esto es lo más relevante, lo trascendental de su producción, en sus dibujos está la energía del animal, es decir, la energía de todas aquellas personas que resisten con sus cuerpos a la violencia política que se ejerce tanto en dictadura como en la posdictadura: la energía de los encapuchados que comparten los pasillos de la universidad con el artista y el profesor, que comparten el viento de la cordillera que corre por la ciudad; la energía del Gran Puma, a la que el personaje de Javier Rodríguez todavía busca en Ruinas; la energía del jaguar que irrumpe por debajo de las cumbres nevadas en una de las 38 xilografías que componen esta última obra. Creo que aquí, digo, está la clave de la obra de Javier Rodríguez. Diría que esta es la huella fundamental de su trabajo, el rastro de vida más brillante. Porque aquí resplandece, sí, como “pedazos desunidos y dispersos”, como “ruinas”, el recuerdo del “Chile de hombres y mujeres buenas” en el que todavía cree.
PP: 83
Este libro explora las relaciones entre ética y estética en la ficción para niñxs haciendo foco en temas considerados como «difíciles» o «controversiales» según las consideraciones actuales sobre lo que sería apropiado para ellxs. Macarena García González examina críticamente la premisa de que la literatura infantil sirve para aprender de emociones cuestionando las epistemologías adultistas y las aprehensiones conservadoras que subyacen cuando los libros se usan para enseñar a sentir. En ocho capítulos explora distintos temas –empatía, violencia, xenofobia, muerte, migración, género y pobreza, entre otros– en libros infantiles, animaciones cinematográficas y en los discursos y prácticas que aparecen desde distintas instituciones que modelan el consumo cultural de niñxs. La pregunta que se teje a lo largo del volumen es cómo ciertos repertorios emocionales que se ofrecen y favorecen en la ficción infantil se entraman con inequidades y exclusiones de la sociedad contemporánea.
pp 184
2021
Una vida, un cuerpo viviente y un ser humano atravesados por fuerzas que los descentran: lo espectral, lo animal, lo maquinal, la materialidad difusa entre lo vivo y lo muerto. Nuestra experiencia histórica es inseparable de esa tensión y exploración sobre los límites de lo humano a partir de un viviente cuya demarcación y naturaleza está en permanente disputa. Matías Ayala Munita lee allí una cartografía biopolítica de la imaginación estética y cultural del presente. Sus Poéticas de lo viviente, lo animal y lo impersonal mapean umbrales de la imaginación contemporánea en su encuentro con los cuerpos: en sus líneas de derrame, de creación y de lucha.
Desde Raúl Zurita hasta la cultura visual de la UP, desde Roberto Bolaño hasta las «ruinas neoliberales» de Demian Schopf, pasando por
la escritura de Cociña, Lihn y Millán, estas poéticas trabajan las líneas de fuga de lo humano en las que, paradójicamente, se condensan nuestras experiencias más inajenables: el cuerpo, su vivir y su morir. La crítica se encuentra aquí con su mayor potencia: la de activar en las formas estéticas sentidos que piensan y ensayan formas de vida y horizontes de experiencia sobre los que se juega el terreno de nuestras luchas, placeres e inquietudes –es decir, el terreno mismo de la imaginación crítica.
Gabriel Giorgi
pp 176
2020
La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.
pp 128
2020
Este libro es el resultado de un trabajo colectivo establecido sobre la base de un diálogo entre investigadores pertenecientes a disciplinas e instituciones variadas, cuyo principal objetivo ha sido el desarrollo de elementos de análisis que permitan adentrarse y explorar el lugar que ocupan, el rol que desempeñan, la función que cumplen o la labor que efectúan los procesos subjetivos categorizados ya sea bajo la rúbrica de emociones, afectos, sentimientos o pasiones, en la conformación tanto de la conducta, la interacción social o la estructura institucional misma. De ese modo, a lo largo de los artículos compilados, las emociones son analizadas desde arsenales conceptuales y herramientas metodológicas proporcionadas por esquemas analíticos provenientes desde distintos enfoques y escuelas de pensamiento social, evidenciando los alcances de su amplio universo de temáticas.
pp 456
2019
La literatura compone gramáticas del grito y gramáticas de la escucha. Su lenguaje no consiste tanto en representar el mundo de las cosas como en presentar el lenguaje a través del cual esas cosas se representan y la violencia que lo habita. Este libro busca analizar el entramado de violencia y escritura a partir de una perspectiva a la vez literaria y filosófica, buscando dar voz a la promesa que habita el lenguaje. Sin embargo, si se puede llegar a ser testigos de la violencia, ¿no es a costa de la destrucción del lenguaje?
pp 192
2019
En las últimas décadas, las revistas latinoamericanas han sido objeto de estudio para historiadores, críticos literarios e historiadores del arte, permitiendo identificar redes intelectuales y formas de intervención cultural centrales en la historia de Latinoamérica. Este libro se inserta en este tipo de estudio, pero pensando las revistas también en su materialidad desde la perspectiva de los nuevos materialismos, para escapar de las temporalidades unidireccionales en las que el pasado solo afectaría el presente desde una lógica causal o alegórica.
Las revistas de la primera mitad del siglo XX transformaron las formas de leer, como ocurre con lo digital hoy, porque supieron incorporar al medio gráfico materialidades de lo impreso con las que los lectores estaban familiarizados afectivamente, como carteles, recortes o caligrafías. Al rastrear los ejes de estos desplazamientos, el libro busca insertar las revistas en cartografías globales que muestran cómo se construyen y cómo funcionan en tanto tecnologías de documentación, información y comunicación gráfica.
pp 184
2019